Esteban David Barón Buitrago: Un ejemplo de resiliencia y superación

Su disciplina y excelencia académica lo proyectaban hacia una brillante carrera militar. Sin embargo, durante una práctica física sufrió un accidente cerebrovascular masivo, inicialmente confundido con un golpe de calor. El diagnóstico confirmó un triple evento cerebral que lo dejó en estado crítico durante un año en el Hospital Militar.

Contra todo pronóstico, Esteban sobrevivió gracias al trabajo del equipo médico y, especialmente, al acompañamiento incondicional de su madre, Claudia Buitrago, quien desde el amor profundo y la esperanza inquebrantable se convirtió en su sostén permanente. Su presencia diaria, su decisión firme de no rendirse y su confianza absoluta en la recuperación de su hijo fueron determinantes en cada avance logrado.

Tras su egreso del hospital, Esteban enfrentó severas limitaciones físicas y cognitivas, iniciando un proceso de rehabilitación intensiva. Fue en la Dirección de Veteranos y Rehabilitación Inclusiva (DIVRI) del Ministerio de Defensa Nacional donde recibió el acompañamiento especializado que transformó su recuperación. Allí adelantó terapias físicas, ocupacionales, del lenguaje, neurológicas y psicológicas, así como procesos de fortalecimiento emocional y liderazgo. En este espacio adoptó el lema que hoy lo identifica: “Persistir, resistir y nunca desistir.”

Gracias a su determinación y al apoyo constante de su madre, Esteban retomó sus estudios. Se graduó como tecnólogo del Instituto Superior de Educación Rural (ICER) en Pamplona, Norte de Santander, institución que lo destacó como referente de inclusión educativa. Actualmente cursa la carrera profesional de Trabajo Social, en la que se ha distinguido por su disciplina, empatía y capacidad de inspirar a otros.

Hoy, Esteban es un modelo de fortaleza para la comunidad de veteranos y un testimonio del impacto que tiene la rehabilitación integral que ofrece la DIVRI, donde un equipo multidisciplinario acompaña, orienta y fortalece los proyectos de vida de quienes han servido al país.

Cada día, Esteban demuestra que la voluntad puede más que cualquier límite. Su mensaje permanece firme: “Yo puedo. Soy capaz.”